Las Orquídeas
fueron conocidas y apreciadas por los seres humanos desde la Antigüedad.
Existen escritos chinos de 1500 años de antigüedad donde se hace
referencia al cultivo de las orquídeas. En la antigua Grecia se le
atribuían propiedades curativas y afrodisíacas.
Los aztecas utilizaban una orquídea —la vainilla— para enriquecer
una bebida espesa hecha a base de cacao, destinada a los nobles y a los
guerreros y era conocida con el nombre de xocoatl.
Las orquídeas conforman la familia más grande
de las plantas con flores, con alrededor de 20.000 especies divididas en
unos 800 géneros distribuidos por todo el mundo.
Su capacidad para adaptarse es notable, ya que
pueden crecer tanto a nivel del mar como en los páramos elevados. Muchas
viven sobre los árboles , otras
lo hacen sobre las rocas , otras
sobre la tierra y algunas especies se desarrollan incluso en ambientes
subterráneos.