Cuando era niña, vivíamos cerca de un prado que se llenaba de margaritas en primavera. Mi hermana y yo bajamos por las tardes a jugar.
Llevábamos con nosotras nuestra cocinita de juguete y nuestros pucheros.
Yo recogía flores y jugaba a hacer "sopa de margaritas". Luego con una cucharilla, les daba de comer a mis muñecas.
Por eso las margaritas, me recuerdan los buenos momentos de mi niñez
Se pintan por encargo
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